📲 Zion Lights, reconocida divulgadora científica, alertó sobre el impacto de la información errónea y la desinformación en torno a la energía nuclear. Según explicó al OIEA, el problema hoy se multiplica porque las redes sociales permiten que los bulos viajen a escala global en segundos, moldeando opiniones con frases cortas y eslóganes engañosos.
🧠 La clave, dice Lights, está en los sesgos cognitivos: buscamos confirmar lo que ya creemos, confiamos demasiado en lo primero que escuchamos y solemos aceptar como cierto lo repetido mil veces. Eso hace que frases como “la energía nuclear es peligrosa por sus desechos” tengan más llegada que artículos científicos con matices.
💡 Frente a eso, Lights propone un enfoque distinto: eslóganes simples, pero verídicos. Ejemplos como “la energía nuclear salva vidas” o “es energía limpia” logran instalarse en la conversación pública porque son recordables y fáciles de compartir. Así, la ciencia encuentra un camino directo hacia la opinión social.
🛡️ Una de las herramientas más efectivas para frenar bulos es la “inmunización antibulos”, una especie de “vacuna cognitiva” que prepara a las personas contra la propaganda. Se trata de advertir de antemano sobre posibles engaños y exponer argumentos débiles para entrenar el pensamiento crítico. Investigaciones muestran que esta técnica aumenta la capacidad de detectar mentiras incluso en otros temas.
📚 Para Lights, la educación mediática e informacional debe ser central: aprender a evaluar fuentes y navegar en plataformas de noticias con criterio crítico. “Yo misma cambié de parecer sobre la energía nuclear tras acceder a mejor información”, confesó. El mensaje final es claro: paciencia, persistencia y comunicación clara son las claves para contrarrestar la desinformación nuclear.
