Cada año, la llegada de la primavera en Japón es anunciada por la magnífica floración de los cerezos (‘sakura’), un espectáculo que atrae a millones de visitantes de todo el mundo. Sin embargo, el cambio climático está jugando con los tiempos y poniendo en peligro esta tradición tan querida.
Tradicionalmente, los cerezos florecían entre finales de marzo y principios de abril en el centro de Japón, e incluso en mayo en el extremo norte. Pero las temperaturas récord están adelantando la primavera, y con ella, la floración de los cerezos, ¡hasta febrero!
Según Daisuke Sasano, funcionario de gestión de riesgos climáticos de la Agencia Meteorológica de Japón (JMA), desde 1953 la fecha promedio de floración ha adelantado 1,2 días por década. ¡Una locura!
Y no solo eso, ¡la urbanización también está metiendo mano en el asunto! En lugares menos urbanizados como Okinawa o Hokkaido, el adelanto ha sido menor, pero igual preocupante.
El ‘sakura’ no solo es un espectáculo visual, sino un rito cultural. Para muchos japoneses, marca momentos clave en sus vidas, como el inicio de la universidad o de nuevos trabajos. Pero con este cambio, ¿estamos perdiendo una tradición?
El ‘hanami’, esos picnics bajo los cerezos en flor, se ha vuelto una atracción turística gigante. En 2019, ¡63 millones de personas viajaron a Japón para ver los cerezos! 🌸🌏 #Sakura #CambioClimático #Japón 🍃